Historia del Pan con Tomate

Historia del Pan con Tomate

El pan con tomate​ es un aperitivo tradicional español. Consiste en una rebanada de pan con medio tomate maduro restregado y aliñado con aceite de oliva y sal (opcionalmente ajo). A pesar de su arraigo en la cocina catalana, es un desayuno común en el resto de regiones de España y otros países mediterráneos como Italia.

El origen de la receta está inspirada en el pan con aceite. La unión del pan y el aceite de oliva han estado presentes en la cocina mediterránea desde la Grecia Antigua. En el s. XVII apareció la receta panboli bo en el recetario Modo de cuynar a la mallorquina de Jaume Oliver, que es igual a la actual pero sin tomate. Y es que, aunque el contacto de Europa con América comenzó a finales del siglo XV, el tomate no estuvo presente en la cocina española hasta el siglo XVIII.

El cocinero Josep Lladonosa i Giró (1938), recuerda que su abuela le contaba que ya sus padres comían pan con tomate. Con más precisión, Nèstor Luján afirma que la primera referencia escrita de pan con tomate data de 1884, como se había dicho popularmente. Según la tesis de Nèstor Luján, el pan con tomate se creó en el mundo rural, en un momento de abundancia de las cosechas de tomate, para aprovecharlos y así ablandar el pan seco. Según el diccionario gastronómico de Néstor Luján, la primera vez que se cita en la literatura catalana el pan con tomate es en 1884, concretamente en los versos del humorista y escritor Pompeu Gener, referentes a su estancia en París: «lo que comimos cierta noche es pan con aceite aliñado con tomate. Lo ha puesto de moda Madame Adam, que lo ha comido. A Judit Gautier le ha gustado tanto que incluso la gran Sarah Bernhardt se ha hecho una rebanada».